
El turismo nace contigo, no del destino
Por Nelly Téllez Islas
Fotografía: Ángel Efrén Pérez Hernández

Llegó el verano, y con él, las tan esperadas vacaciones, las cuales se convierten en sinónimo de descanso, desconexión y nuevas aventuras. En esta época, el deseo de escapar de la rutina se vuelve más intenso, y surge la necesidad de explorar nuevos destinos. Sin embargo, muchas veces terminamos repitiendo las mismas decisiones, sin cuestionarnos si existen otras maneras de viajar. Por eso, vale la pena preguntarse si todas las experiencias turísticas deben seguir el mismo patrón.
¿Realmente hay una única forma de hacer turismo, más allá de los destinos famosos y concurridos? ¿Y si el turismo no se tratara solo de visitar los lugares más conocidos? ¿Hay otras formas de descubrir el mundo?
Para ahondar en este tema, conversamos con José Sergio Rodríguez Martínez, jefe del Área Académica de Turismo y Gastronomía, y con Liza Viviana Velasco Álvarez, coordinadora de la Licenciatura en Turismo, ambos pertenecientes al Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quienes nos comentaron que el turismo tiene una gama de posibilidades para todos los gustos y bolsillos.

Liza Viviana Velasco Álvarez, coordinadora de la Licenciatura en Turismo, y José Sergio Rodríguez Martínez, jefe del Área Académica de Turismo y Gastronomía, ambos pertenecientes al ICEA de la UAEH.
Turismo a tu alcance
Los docentes Garza explicaron que el turismo consiste en descubrir, aprender y disfrutar de experiencias que rompan con la rutina y las actividades cotidianas, porque las vacaciones no son un lujo, sino una pausa necesaria, no solo para recargar energías, sino también para ampliar nuestra visión del mundo y conectar con lo local.
En esta línea, señalaron que no es necesario gastar mucho para hacer turismo. A veces, basta con salir de casa y redescubrir los alrededores para conocer esos sitios que ofrecen historia, gastronomía, cultura o paisajes dignos de ser apreciados. Lugares que, por estar tan cerca, muchas veces pasan desapercibidos.
Sergio y Lizia coincidieron en que el turismo lo hace el turista, pues al desplazarse, al detenerse a observar o al probar un platillo local, ya está haciendo turismo. Entonces, no es necesario salir del estado o del país para vivir algo nuevo, pues cada lugar, con su riqueza natural, cultural y gastronómica, es un universo por explorar.
¿Cuáles son los requisitos indispensables para hacer turismo?
“Hay algo muy importante que siempre compartimos con las y los estudiantes de Turismo, lo primero es identificar cuál es la necesidad del visitante. A partir de esto se puede pensar en el presupuesto, por cuánto tiempo, si el viaje será con amigos, en familia o incluso con los abuelitos, porque todos estos elementos influyen en la elección del destino ideal”, indicó Velasco Álvarez.
La profesora Garza afirmó que lo esencial es preguntarse: ¿qué quiero hacer, con quién voy y con qué presupuesto cuento? Pues esto permite diseñar experiencias más significativas, adaptadas a las expectativas, intereses y posibilidades de cada viajero.

Hidalgo es tierra de maravillas escondidas a plena vista
En el caso de la población hidalguense, Rodríguez Martínez señaló que, irónicamente, quienes mejor conocen Hidalgo suelen ser los visitantes foráneos. Por lo que a la población hidalguense le hace falta mirar con otros ojos lo que tenemos aquí a nuestro alrededor, por eso recomendó caminar, observar, preguntar, probar, escuchar y luego compartir.
“Solo conociendo lo nuestro podemos presumirlo, defenderlo y conservarlo. Recientemente surgió la distinción ‘Pueblos con Sabor’, iniciativa que busca rescatar y difundir el legado gastronómico heredado de nuestros ancestros, incluyendo la fusión con elementos de la conquista. Un ejemplo es la Huasteca hidalguense, que muchos solo asocian con el Xantolo, pero que ofrece mucho más”, explicó el profesor Garza.
Pocos saben que Villa de Tezontepec es cuna de las tortas gigantes.
Agregó que pocos saben que Molango es reconocido por su variedad de moles, por ello, incluso se dice que de ahí proviene su nombre; que Huazalingo es famoso por su pan artesanal; que Tulancingo de Bravo alberga el Corredor de los Cuatro Elementos; o que Acaxochitlán es conocido por sus impresionantes tapetes de aserrín, elaborados con gran dedicación.
“El estado de Hidalgo cuenta con una gran diversidad de atractivos, tanto naturales como culturales, que representan una excelente opción para que la comunidad hidalguense los visite y disfrute. Tenemos balnearios, el Corredor Tolteca o regiones como la Sierra y la Huasteca que ofrecen experiencias muy distintas, desde aguas termales hasta senderismo en bosques milenarios. ¿Quieres darle algo diferente a tu paladar? Visita la Feria Gastronómica de Santiago de Anaya, donde, literalmente, todo lo que corre o vuela va a la cazuela. Ahí se ofrecen desde escamoles y chinicuiles hasta platillos como el zacahuil, originario de la Huasteca, preparado con masa martajada, guajolote y cocido en horno de barro”, comentó Liza Viviana.

Por su parte, José Sergio agregó que no se trata solo de comer o de visitar por visitar, sino que se trata de entender que, detrás de cada platillo o lugar, hay historias, saberes y trabajos que merecen respeto.
“¿Sabían que muchas iglesias de la Huasteca tienen campanarios coloniales únicos con historia viva en sus muros? ¿O que algunas guardan pinturas ocultas bajo capas de pintura moderna? Hidalgo fue parte fundamental del asentamiento cristiano en México, y en cada rincón hay historias que merecen contarse”, agregó el especialista Garza.
Con esta explicación, lo único que podemos decir es: ¿conocemos realmente el estado en el que vivimos? Probablemente no. Tenemos 84 municipios llenos de diversidad cultural y gastronómica. No necesitamos grandes presupuestos para vivir grandes experiencias y solo hace falta decidir mirar de nuevo.