Revista Gaceta UAEH

Altares de Resistencia: El Día de Muertos como Espacio de Memoria y Protesta Política


Por Diego Armando González Jiménez1 e Israel Cruz Badillo2


Altares de Resistencia: El Día de Muertos como Espacio de Memoria y Protesta Política

“Recordar no es solo evocar el pasado; es también cuestionar el presente y exigir justicia”

El Día de Muertos en México trasciende la mera celebración; es un acto de memoria colectiva que entrelaza tradición, identidad y política. A través de altares y ofrendas, los mexicanos no solo honran a sus difuntos, sino que también expresan sus luchas, demandas y resistencias frente a las injusticias sociales y políticas. Cada elemento del altar, desde las calaveritas de azúcar hasta el copal, posee un significado profundo que refleja las tensiones y dinámicas sociales del momento.

  • El papel picado, con sus colores vibrantes y su fragilidad, simboliza la comunicación entre vivos y muertos, y en altares públicos o colectivos funciona como un instrumento de unidad social y construcción de identidad nacional, reforzando la memoria histórica.
  • Las veladoras, al iluminar los altares, no solo guían a las almas de los difuntos, sino que en contextos comunitarios se convierten en actos que visibilizan y protestan, recordando a víctimas de violencia o desapariciones forzadas y generando presión social para exigir justicia.
  • Las calaveritas de azúcar representan la muerte como parte de la vida y también constituyen una forma de sátira hacia la autoridad, recordando que la crítica social puede manifestarse incluso en tradiciones culturales.
  • La flor de cempasúchil, con su color intenso, atrae a las almas y simboliza la fuerza de la identidad colectiva, convirtiéndose en un acto de reivindicación cultural y política, mostrando que ciertas historias y víctimas no deben ser olvidadas.
  • El copal, al arder y generar humo, funciona como un símbolo de visibilidad para lo invisible, conectando a los vivos con los ausentes y reforzando la memoria histórica de aquellos que han sido invisibilizados por la sociedad o por el Estado.
  • Las comidas favoritas de los difuntos son una forma de homenaje y reconocimiento que, en un contexto político, resalta la importancia de cada vida individual dentro de un colectivo y refuerza la identidad cultural frente a políticas de olvido.
  • Las fotografías de los difuntos concretan la memoria y, cuando se colocan en altares públicos de víctimas de violencia o desapariciones, se convierten en actos de denuncia, exigiendo reconocimiento político y justicia social.

Todos estos elementos juntos transforman la tradición en un espacio de resistencia, donde la memoria se convierte en un instrumento de cohesión social, visibilización de injusticias y reivindicación de derechos, demostrando que recordar a los muertos puede ser también un acto de conciencia política que cuestiona el presente y construye un futuro más justo.



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Los altares de muertos son representaciones simbólicas que permiten a las comunidades mantener viva la memoria de los ausentes. Estos no son espacios neutros; están impregnados de significados que reflejan las tensiones y dinámicas sociales y políticas del momento. Desde el gobierno de Lázaro Cárdenas, quien utilizó la festividad para fortalecer la identidad nacional y promover la unidad, hasta movimientos sociales contemporáneos que emplean estos espacios para visibilizar luchas y exigir justicia. Así, el Día de Muertos se convierte en un acto político donde se negocian significados y se construye memoria colectiva.

Las tradiciones del Día de Muertos, como la construcción de altares y ofrendas, reflejan las desigualdades sociales y políticas presentes en la sociedad mexicana. No todas las comunidades tienen el mismo acceso a celebrar esta festividad; las diferencias económicas, sociales y culturales influyen en la manera en que se conmemora a los difuntos. Además, ciertos personajes históricos o sociales son recordados públicamente, mientras que otros permanecen en el olvido, evidenciando así las jerarquías y selecciones impuestas por el poder.

En tiempos recientes, los altares de muertos han sido utilizados por colectivos y movimientos sociales como una herramienta de protesta y resistencia. Al rendir homenaje a víctimas de feminicidio, desapariciones forzadas o injusticias sociales, estos altares se transforman en espacios de denuncia y exigencia de justicia. Por ejemplo, la artista Betsabeé Romero ha creado ofrendas que no solo honran a los muertos, sino que también abordan problemáticas contemporáneas como la corrupción y los feminicidios, utilizando los altares como medios para visibilizar y cuestionar la realidad social y política del país.

El Día de Muertos es mucho más que una tradición cultural; es un espacio donde se entrelazan la memoria, la identidad y la política. A través de altares y ofrendas, los mexicanos no solo recuerdan a sus muertos, sino que también expresan sus luchas, demandas y resistencias. En este sentido, la festividad se convierte en un acto político que cuestiona el presente para exigir un futuro más justo y equitativo. Así, cada altar erigido no solo honra a los ausentes, sino que también ilumina el camino hacia una sociedad más consciente y comprometida con la justicia y la memoria.



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Referencias bibliográficas:



  • Romero, B. (2016). Los huesos tienen memoria. Museo Dolores Olmedo Patiño.
  • El País. (2024, noviembre 1). Incienso de copal: origen y significado en el altar de Día de Muertos.
  • El País. (2022, octubre 24). Altar de Día de Muertos: el origen de la tradición, cuándo se pone y el significado de sus elementos.
  • Luciérnagas de la memoria. Altares espontáneos y narrativas de luto en Medellín, Colombia
  • Toussaint, S. (2010). La fiesta de muertos: Tradición y cultura popular en México. Fondo de Cultura Económica.
  • González, J. (2018). Altares y política: La memoria colectiva en las celebraciones mexicanas. Universidad Nacional Autónoma de México.

1 Alumno del quinto semestre de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, go424789@uaeh.edu.mx
2Doctor en Ciencias Sociales, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, línea de investigación en Gestión Administrativa y Desarrollo Municipal, badillo@uaeh.edu.mx