Retos en la deserción escolar en hombres
Por Miguel Rosales Tenorio
Fotografía: Miguel Rosales Tenorio y Freepik
La deserción escolar es un fenómeno que afecta a numerosos estudiantes, particularmente a los hombres, por ello conversamos con Jesús Enciso González, profesor investigador del Área Académica de Antropología e Historia en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), quien nos explicó sobre los tipos, factores y recomendaciones para reducir está problemática.
Tipos de deserción escolar
El Docente Garza señaló que la deserción escolar es un concepto amplio que puede manifestarse de distintas formas. Es total cuando el alumno abandona definitivamente sus estudios, mientras que la parcial se presenta cuando interrumpe temporalmente su formación y después la retoma. También existe el cambio de carrera en el que el estudiante deja un programa académico para incorporarse a otro.
Las razones que influyen en este fenómeno son diversas, pues en ellas están planes académicos poco flexibles, temas emocionales o económicos, e incluso hasta cuestiones regionales. Sin embargo, en el caso de los hombres, intervienen elementos vinculados con los estereotipos y roles de género, que inciden directamente en su permanencia escolar.
“Cuando un alumno no logra cumplir los estándares escolares, es muy común que su autoestima se vea disminuida”, expresó, Jesús Enciso
Factores que inciden en los hombres
Enciso González explicó que una de las diferencias más notorias entre la deserción escolar de hombres y mujeres radica en la disciplina. Pues, socialmente, a las mujeres se les exige un mayor grado de cumplimiento con sus responsabilidades académicas, además de que suelen recibir más acompañamiento familiar. En contraste, los hombres, disponen de mayor libertad, que en ocasiones se traduce en una menor supervisión y compromiso con los estudios.
Las mujeres tienen mucha más probabilidad de insertarse exitosamente en los programas escolares, porque están acostumbrados a la exigencia, enfatizó, el investigador Garza
A esto se suma que, en muchos contextos, los hombres enfrenten barreras para expresarse o pedir ayuda, por miedo a parecer débiles o incapaces. Esta limitación emocional provoca que, ante una dificultad académica o personal, eviten buscar apoyo y termine rezagándose.
Estereotipos y presión social
En este contexto, destacó que entre los varones suele existir prácticas de acoso escolar, en la cual, quienes son víctimas de estas agresiones suelen callar para no ser vistos como vulnerables, lo que afecta su bienestar emocional y, en consecuencia, su desempeño académico.
“Se nos ha educado para no pedir ayuda y resolver nuestros propios problemas solos, sin embargo, esta masculinidad viene del pasado y es importante empezar a romper” compartió, Jesús Enciso
Otro elemento determinante es la idea de que el hombre deber ser el proveedor del hogar, pues cuando una familia atraviesa dificultades económicas, suele recaer en los hombres la responsabilidad, ya sea real o simbólica, de generar ingresos. En algunos casos, el estudiante abandona los estudios para trabajar, mientras que en otros lo hace por presión social, aun cuando existen alternativas dentro del hogar.
Esta situación puede llevar a interrumpir la formación académica o aplazarla por largos periodos, lo que complica su reintegración escolar, lo cual puede derivar en un abandono definitivo.
Para reducir la deserción, Enciso González subrayo la necesidad de romper prejuicios sociales y promover que los alumnos busquen apoyo tanto psicológico como psicopedagógico cuando lo necesiten. También consideró fundamental que las instituciones ofrezcan planes académicos flexibles y acompañamiento continuo, a fin de fortalecer la permanencia estudiantil.